lunes, 10 de septiembre de 2012

Parque Berrio

Reseña histórica:
Mural:

El maestro Pedro Nel Gómez fue contratado por el Banco Popular para decorar La sede del Banco en Medellín, en la cual realizó una de sus obras maestras: un mural pintado con técnica al fresco. “Historia del desarrollo económico e industrial del departamento de Antioquia”,


Con el paso de los años y tras la demolición de varios edificios históricos de la zona centro de Medellín, entre ellos el Banco Popular, el mural iba a ser fraccionado y repartido en diferentes ciudades de Colombia, pero gracias a la intervención del Metro de Medellín, se logró que fuese conservado y recuperado en su totalidad, el 8 de mayo de 1997, y también se crearon unas bóvedas para almacenar la obra del maestro.

En este mural Pedro Nel Gómez destaca paso a paso el desarrollo de la economía antioqueña, especialmente por el impacto en las clases trabajadoras, y siguiendo su pensamiento comunista.

Actualmente el mural de Pedro Nel Gómez, está ubicado en los bajos de la estación Parque Berrío del metro, donde en 20 piezas se recoge la historia de Antioquia, iniciando con los indígenas que habitaban la región, la llegada de la maquinaria europea, por ejemplo, la draga, que indica el desplazamiento del trabajo manual por la tecnología.

Incluyendo el paso de considerar al indígena como persona a simplemente verlo como “animal de carga” y que después de varios años difíciles vuelve a considerarse humano y se le dan algunos “beneficios” por tanto ya se observan las vestimentas y las festividades, también se muestra el proceso de industrialización inicialmente con la aparición del sector primario de la economía con la agricultura y la ganadería. Respectivamente se da uno de los cambios más bruscos de la historia, la mujer comienza a trabajar y obviamente la construcción del ferrocarril de Antioquia por Alejandro López. Pone a la expectativa a todo el país, comenzando con la fuerte industria paisa.

Paralelamente se observa la aparición y desarrollo de mitos y leyendas como la del tigre de Amalfi o el Mohán, luego llega la energía eléctrica con la construcción de la rueda pelton y los transformadores.

Por otro lado estaban los burócratas quienes decidían cómo era la venta de energía y los servicios públicos.

El maestro Pedro Nel plasmo como era la vida en sociedad en aquella época, grandes personajes, grandes obras del departamento hasta una relación con los obreros que surgieron con la revolución industrial.


Foto archivo personal

Edificio Constain:

El Edificio Constain fue la primera casa de dos pisos de Medellín, quien la mandó construir fue el famoso Lorenzo de Castrillón, cura por más de 50 años y hermano de la célebre doña Ana de Castrillón (1645-1712, según consta en el Libro de Entierro de la Parroquia LA CANDELARIA).

La historia habla que doña Ana de Castrillón fue la culpable de que se le haya dado el primer título de población a Medellín, al cual se oponían los ciudadanos de Santa Fe de Antioquia por disminuirles las rentas que se recibían. Dicen que lo logró gracias a su amistad con el Conde de Medellín (no del nuestro, sino del Medellín español, el de Badajoz), pues el noble de apellido Portocarrero, era amante de la reina. Por él, la calle 36 recibe el nombre de Portocarrero. Se dice también que doña Ana era muy bella; lo que sí es totalmente cierto es que era riquísima y que sobrevivió a tres maridos, dos de ellos eran gobernadores.

Con el pasar de los años la casa se fue transformando en un edifico con Varios locales, en el último local del Edificio se construyó una peluquería que aunque constaba apenas de dos sillas, siempre se distinguió por ser una de las mejores y por lo tanto una de las más visitadas… aunque el servicio de peluquería era el más caro… había que separar turno para poder ser atendido. Actualmente los locales conservan su techo original, en uno de los compartimientos hay un parqueadero para motocicletas paralelo a una de las entradas de la iglesia de la Candelaria.

Foto tomada de: http://rcnradio.s3.amazonaws.com/sites/default/files/imagecache/294x223/imagenes/edificio_constain_notaria_18_1329230600.jpg

Basílica Menor de Nuestra Señora de la Candelaria

La Basílica Menor de Nuestra Señora de La Candelaria de Medellín es la primera parroquia de la ciudad. Su primera construcción en madera y techo de paja, fue emprendida por el cura Don Juan Gómez de Ureña, en 1649, 26 años antes de Medellín ser erigida como villa, esta construcción se dedicó a Nuestra Señora de la Candelaria, advocación de especial devoción para los españoles y particularmente para los marinos que cruzaron el Atlántico para llegar al Nuevo Mundo.

Las primeras imágenes de la "Presentación del Niño Dios en el Templo y la Purificación de su Santísima Madre" fueron donadas por Don Ramón Álvarez. El cuadro de la Purificación que se venera en el altar mayor y que fue coronado canónicamente, fue obsequiado según la tradición, por la reina regente de España Mariana de Austria y por su hijo Carlos II.

En 1712 fue reedificada en tapia por el tercer párroco Don Carlos de Molina y Toledo. En 1766 el Cabildo constató que el templo amenazaba ruina y acordó tumbarlo para levantar uno nuevo. El párroco de ese entonces, padre Juan Salvador de Villa y Castañeda, se puso manos a la obra con planos del gobernador de la provincia, que no era arquitecto, José Varón de Chávez el 12 de marzo de 1768 comenzó la construcción del actual edificio. La inauguración se efectuó el 2 de febrero de 1776 y el costo fue de 20.000 castellanos de oro. 
En 1826 el culto fue trasladado a la Iglesia de la Veracruz mientras se reparaba el techo. En 1850 se volvió el culto a La Veracruz para hacerle otra importante reforma, con la construcción del altar de calicanto. Ese mismo año llegó el órgano Walcker.

Entre 1857 y 1860 el Pbro. José María Gómez emprendió el cambio de la cúpula por la cúpula toscaza que corona el presbiterio. El Padre José Dolores Jiménez compró en París, en 1865, el Sagrario de plata, con su correspondiente expositorio.

El 8 de diciembre de 1868 se inauguró la Diócesis de Medellín y la Candelaria se convirtió en su primera catedral, hasta el 11 de agosto de 1931, cuando se consagró llamándola actualmente como “Catedral Metropolitana de Medellín”.

La Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria en 1870, antes de terminar las torres y cuando aún era la Catedral. El 28 de febrero de 1888 se terminaron las dos torres delanteras, que reemplazaron las sencillas espadañas anteriores y el 1 de febrero de 1890, a las 12 del día, sonaron por primera vez para anunciar la fiesta de la patrona, las tres campanas traídas de Nueva York y fundidas con las tonalidades de do, mi, sol. Para la coronación de la Venerada Imagen, en 1950, por privilegio concedido por S.S. Pío XII, a petición de los feligreses encabezados por su Arzobispo, monseñor Joaquín García Benítez, se procedió a nuevas reformas.

El 8 de diciembre de 1970 fue consagrada como Basílica Menor. El título se lo confirió S.S. Paulo VI, durante el arzobispado de monseñor Tulio Botero Salazar, y el curato del Pbro. Manuel José Betancur Campusano.

Tiene un artístico sagrario de plata y una rica custodia, además del valioso joyero de la Virgen. Posee un brazo de San Félix y una importante pinacoteca en la sacristía. La imagen más venerada es la de Jesús Caído. En 1997 fue restaurada con la técnica y los materiales utilizados en la época de fabricación.

Iglesia de la candelaria (Archivo Personal)

Edificio Henry
Construido en 1928 por G. Herrera, Boyacá con Bolívar. Primer rascacielos de Medellín, actualmente afectado por el deterioro de su entorno a causa de los vendedores ambulantes y por la construcción de la estación Parque Berrío del metro de Medellín.


Actual edificio Henry, ubicado diagonal a la estación Parque de Berrio del metro (Archivo Personal)

Iglesia de la Veracruz: 
Iglesia de la Veracruz, cercana al Parque Berrio http://www.arqhys.com/contenidos/imagenes/Iglesia%20de%20la%20Veracruz%20Medellin%20Colombia.jpg

En 1682 el Capitán Juan Céspedes de Hinestroza, empezó la construcción de la Ermita de la Veracruz en terrenos comprados al señor Luis Acevedo Rides. En 1712 fue terminada gracias a la colaboración de un  grupo de de europeos y forasteros; además ese mismo año fue declarada como iglesia por el Obispo de Popayán a cuya de jurisdicción que pertenecía la provincia de Antioquia. 

El templo pasó a llamarse Ermita de la Veracruz de los Forasteros, que sirvió de cementerio para los extranjeros, además de que se celebraban misas y también servía para depositar el Santo Sepulcro en la Semana Santa y para las procesiones de las letanías mayores, a imitación de las ermitas que tenía la ciudad de Antioquia.

En marzo de 1791 estaba amenazando ruina, por lo que fue demolida totalmente y la reedificación se inició el 26 de diciembre de ese mismo año. El español residente Don José Peinado Ruiz, invirtió grandes sumas de dinero en la reedificación de esta significativa obra, la cual se inauguró el 30 de noviembre de 1803 y cuentan las crónicas que este señor, para el día de la inauguración, decoró todo el templo con claveles, rosas y lirios traídos de Rionegro, ante la sorpresa de la muchedumbre, regó todo el piso de la Iglesia con agua de colonia.

Fueron sus maestros constructores José Ortiz, Joaquín Gómez y el mismo José Peinado. La bendición de la actual iglesia de la Veracruz, de un estilo barroco popular, tuvo lugar el día 26 de marzo de 1809 a cargo del Presbítero Alberto María de la Calle, quien bendijo y dio al servicio sacerdotal y religioso la obra.


Desde entonces, La Veracruz fue punto de apoyo para el culto de la Iglesia de La Candelaria, principalmente en 1826 y en 1850 cuando fue cerrada por reformas, y razón por la cual el funeral de monseñor Juan de la Cruz Gómez Plata, Obispo de Antioquia, muerto en esta ciudad el 1 de diciembre de 1850, se hicieron en La Veracruz. En 1868 debió servir como Parroquia de la Catedral, por la nueva destinación de La Candelaria, al crearse la Diócesis.

En 1883, La Veracruz fue la segunda parroquia del casco urbano de Medellín. Se dice que una de sus campanas le sirvió al Sabio Francisco José de Caldas para hacer un cañón destinada a la Independencia.

En 1968 fue remodelada la plazuela y se colocaron las columnas de hematíes, a la antigua y la primera pila de bronce que tuvo Medellín. También fue remodelado el monumento a Atanasio Girardot, obra de Francisco Antonio Cano.

El Párroco Celedonio Arismendi, en 1976, decoró con oro fino todos los altares y retocó en el mismo metal las imágenes. Ya el P. Gabriel Escobar había construido la casa cural, contigua al templo y frente a la plazuela. Fue declarada patrimonio cultural de la nación en marzo 12 de 1982. Hoy su frente se le puede ver de color blanco y fue restaurada por la fundación Ferrocarril de Antioquia.




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